Correlación y Asimetría de la Concepción de Militarización Frente a la Figura de Asistencia Militar

25.06.2021

"El Gobierno está militarizando el manejo de las protestas que se desarrollan en el país, lo cual no contribuye a su solución, además de ser inconstitucional y contrario a las normas internacionales de derechos humanos". (Gallón, G. 2021) 

Ejército Nacional de Colombia. Foto: Caracol Radio
Ejército Nacional de Colombia. Foto: Caracol Radio

Por: Teniente Coronel José L. Villafañez

Es muy común leer y escuchar, hoy en día, aseveraciones como la anterior, más cuando el país atraviesa una de las crisis más inenarrables en materia social y económica como consecuencia de la pandemia del COVID-19 y del estancamiento económico que esta y otros fenómenos han generado. Brete que situó en aumento el desempleo, la desigualdad y la pobreza en el último año. "Escollo que ha sido abanderado", como una de las causas que motivaron la aglomeración de una porción importante de la población que salió a las calles a manifestarse en desacuerdo con algunos planteamientos del gobierno pero que han ejercido su derecho ceñidos a la ley, en contraparte al precedente en mención, se evidencia una turba de "desadaptados" que de forma organizada y mediante vías de hecho han gestado el caos y la desestabilidad institucional en grandes ciudades como Bogotá, Cali, Bucaramanga y en otras de menor tamaño como Pereira, Tuluá y Popayán, llegando a altos niveles de vandalismo y destrucción, reflejado en el desabastecimientos de insumos esenciales, obstrucción de vías públicas, ataque a servidor público y daño en bien ajeno, entre otros, alterando gravemente el orden público, trasgrediendo los derechos de las mayorías y excediendo en algunos territorios la capacidad de la Policía Nacional. 

Cabe destacar, que estas acciones dantescas no son hechos de la casualidad o el resultado de un descontento social, sino que refieren un entramado de elementos políticos, económicos y militares, inclusive de injerencia internacional que buscan entorpecer y boicotear la gestión del gobierno de turno con el escalonamiento de las vías de hecho, utilizando la protesta social como vehículo. Tal como lo afirma, Alex López (2021), en su exégesis de la Revolución Molecular Disipada; "se refiere exactamente a "llevar a cabo un nuevo modelo de acción revolucionaria horizontal, que normaliza de manera gradual y cotidiana disposiciones y conductas en orden de alterar el estado de normalidad social del sistema dominante, con el objetivo de ser derogado y sustituido." De lo anterior podemos inferir el suscitar de un escenario que toma connotación de seguridad nacional ya que su comportamiento inexorable, impacta drásticamente en la seguridad multidimensional de la nación, definida como: 

El Fundamento y razón de ser de la seguridad es la protección de la persona humana [...]. Las condiciones de la seguridad humana mejoran mediante el pleno respeto de la dignidad, los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas, así como mediante la promoción del desarrollo económico y social, asimismo, incluyen aspectos políticos, económicos, sociales, de salud y ambientales. (Stein, 2008, p. 31).

En concordancia con los acontecimientos, y por medio de alocución realizada el pasado 01 de mayo del presente año, el señor presidente de la republica Iván Duque Márquez, activa la figura de asistencia militar, indicando: "...Conforme a la política marco de seguridad y convivencia ciudadana, como comandante supremo de las Fuerzas Armadas, la figura de asistencia militar, seguirá vigente en los centros urbanos donde exista un alto riesgo para la integridad de los ciudadanos y donde se requiere emplear toda la capacidad del Estado para proteger a la población.." En cumplimiento de este mandato el Ejército Nacional de Colombia integra y coordina sus capacidades con la Policía Nacional y otras instituciones para garantizar la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y el orden constitucional. 

Después de contextualizar el entorno actual y perturbador en que subsiste el pueblo colombiano, es nuestra intención contribuir a la discusión bajo un modelo dialectico, evidenciando la correlación y asimetría de la concepción de militarización frente a la figura de asistencia militar, desde un enfoque conceptual y legal, cimentando el análisis en elementos cuantitativos de una variada literatura y entregando un juicio sustancial, pormenorizando la probabilidad de que el vínculo entre estos conceptos y su aplicación, pueda ser una situación coyuntural, provocada por una narrativa mediática de una colectividad. Durante el estudio para argüir una tesis, se documentaron una serie de escritos heterogéneos de naturaleza académica y legal, que permitieron conceptualizar el término de "militarización", percibiendo así, su polisémica comprensión y deliberada forma de discrepar con clivajes culturales, sociales, identitarios, entre otros, en cuanto a la figura de "asistencia militar" observamos que esta soportada en textos clasificados como leyes, políticas públicas y doctrina militar, que describen su ámbito legal y practico, posteriormente se confrontaron las dos posturas y se concluyó de forma razonable. 

A continuación, evidenciamos un compendio conceptual de la noción de "militarización". Como categoría historiográfica, de acuerdo a Halperín, T. (1968), presenta los siguientes fenómenos: 

a. El ascenso social de los militares (en este caso los "militares" eran entendidos como los altos oficiales profesionales) al interior de las elites, pasando de jugar un rol colonial subordinado a ser uno de los principales estamentos de la nueva sociedad revolucionaria. Este ascenso se manifestó en términos de prestigio y alianzas familiares, pero sobre todo en el acceso directo al ejercicio del poder: los gobernantes del nuevo Estado independiente se reclutaron de manera muy frecuente entre los oficiales del ejército. 

 b. La utilización del tipo de organización del Ejército como modelo de organización de la nueva sociedad en su conjunto. 

Esta definición refleja la participación directa de los militares como ente socio-político y jerárquico de la sociedad, con autonomía de ejercer el poder nacional, instaurando un nuevo orden con influencia sobre la cultura y la organización de la sociedad civil para la conformación de un Estado inédito. Se identificó la militarización como proceso multidimensional; "Vector resultante de dos procesos distintos: uno, en el cual las instituciones militares se constituyen en un actor hegemónico en la vida institucional de un país determinado, y otro, en el que las instituciones civiles pertenecientes al campo organizacional de las políticas de seguridad adquieren lógicas militares tras la activación de mecanismos del cambio institucional isomorfo." (Morales Rosas, S., & Pérez Ricart, C. A. 2015). Nos presenta la supremacía de las Fuerzas Militares en el campo social, político y económico, diseñando e implementando no solo la política de defensa, sino la de otros sectores, supeditando a los actores civiles a la adopción de prácticas y lógicas militares. 

Hallamos la caracterización de militarización positiva de Gastaldi, S. (2014): "Es el empleo de las Fuerzas Armadas en los asuntos de defensa nacional, en forma coherente con su propia naturaleza: ser el instrumento encargado de aplicar el monopolio de la violencia legítima que poseen los Estados en el ámbito externo, asociándolo a la excepcionalidad de la guerra." Demarca el ámbito de acción (guerra convencional) y el rol principal de las Fuerzas Militares en cumplimiento de sus responsabilidades con el uso de la fuerza, delimitándolo a la no actuación en el contexto interno.

Asimismo, destaca la relevancia de las autoridades democráticamente elegidas para la conducción de la política de defensa ya que condicionan el marco operacional. La definición denota el retorno de las Fuerzas Militares a su función principal, esto es, la defensa externa de un país. 

Para Lutz, C. (2018), es un proceso social: "Es el proceso contradictorio y tenso en el que la sociedad civil se organiza para la producción de violencia" Este proceso implica una intensificación de la mano de obra y los recursos asignados a los fines militares, incluida la configuración de otras instituciones en sincronía con los objetivos militares." Por ende la militarización es un proceso discursivo, que implica la estimulación del patriotismo en la sociedad para legitimar el uso de la fuerza, la organización del ejército para la guerra y el aumento de los impuestos o tributos utilizados para sostenerlo. 

Incluso, se relaciona a la militarización con la intervención de las FFMM en la seguridad pública: "debido al aumento de los delitos denunciados (en especial, los violentos), así como al temor que experimenta la población. La percepción de ineficiencia y corrupción de las policías y del sistema de justicia penal es una de las principales razones para recurrir a los militares y de que éstos asuman funciones cada vez más importantes en el mantenimiento del orden interno. Sin duda, esta participación militar está en proceso de expansión en la región, aunque con una diversidad de formas que van desde el desarrollo de modelos organizativos o estratégicos conjuntos, hasta el nombramiento de militares al mando de las instituciones policiales, o el desarrollo de mecanismos informales en donde las principales áreas son controladas por militares". (Dammert, L., & Bailey, J. 2007). De acuerdo al autor, la participación militar en funciones policiales presenta, un sentido de espíritu de cuerpo desligado de la sociedad, debido a la formación y a la naturaleza de la institución militar, con énfasis en la jerarquía, la disciplina y las estructuras de mando. Además, el entrenamiento militar hace hincapié en el uso de las armas, así como, las estrategias y tácticas son diseñadas para operaciones militares. 

En contraste, la función policial busca prevenir y controlar el delito dentro del marco legal doméstico, mediante la disuasión que involucre el menor uso de la fuerza para solucionar conflictos y preservar el orden. 

En relación a la "asistencia militar", abordamos su naturaleza legal y la aplicación por parte del Ejército Nacional en el desarrollo tareas de Apoyo de la Defensa a la Autoridad Civil (ADAC). La ley 1801 del 2016, en su artículo170, Código Nacional de Policía y Convivencia, señala la asistencia militar como: 

Es el instrumento legal que puede aplicarse cuando hechos de grave alteración de la seguridad y la convivencia lo exijan, o ante riesgo o peligro inminente, o para afrontar emergencia o calamidad pública, a través del cual el Presidente de la República, podrá disponer, de forma temporal y excepcional de la asistencia de la fuerza militar. No obstante, los gobernadores y Alcaldes Municipales o Distritales podrán solicitar al Presidente de la República tal asistencia, quien evaluará la solicitud y tomará la decisión. 

La asistencia militar se regirá por los protocolos y normas especializadas sobre la materia y en coordinación con el comandante de policía de la jurisdicción. De igual forma, la Política Marco de Convivencia y Seguridad Ciudadana (2019), tiene como esencia: "La razón de ser de las instituciones es precisamente garantizar dichos derechos, construir y mantener las condiciones necesarias para su pleno ejercicio, aplicando la ley, ejerciendo la autoridad, al mismo tiempo que se promueve la auto-regulación ciudadana y la cohesión social". 

Además, establece que la asistencia militar se activa por mandato presidencial en determinadas situaciones y está sujeta a la ley y al marco jurídico del uso de la fuerza que contempla el derecho internacional y el ordenamiento jurídico interno. Asimismo, enfatiza que es de carácter excepcional (Ley 1801 del 2016) y temporal, es decir, una vez se haya superado la situación que justificó la asistencia, ésta debe concluir. Para establecer un enfoque integral del Estado en cuanto a la gestión del riesgo y la recuperación social del territorio dentro de la figura de asistencia militar, el Ejército Nacional apoya a las autoridades civiles y a la institucionalidad para que puedan ejercer la gobernabilidad, como parte de la acción unificada (AU), entendida como: "La sincronización, coordinación y/o integración de actividades de entidades gubernamentales y no gubernamentales con las operaciones militares para lograr unidad de esfuerzo". (MFRE 3-0).

En este sentido, el Ejército Nacional, desarrolla tareas de Apoyo de la Defensa a la Autoridad Civil (ADAC), definidas como: "El soporte proporcionado por las Fuerzas Militares de Colombia y todas las instituciones que integran el sector defensa, en respuesta a solicitudes de asistencia de las autoridades civiles nacionales para emergencias domésticas de cualquier índole, apoyo a la imposición de la ley y otras actividades con entidades calificadas para situaciones especiales". (MFRE 3-28), con el propósito de salvar vidas, restaurar los servicios esenciales, mantener o restaurar la ley y el orden, proteger la infraestructura y propiedad, apoyar el mantenimiento o restauración del gobierno local, configurar el ambiente para el éxito interagencial y Apoyar con la recuperación social del territorio. Como elemento estructural, en las decisiones y acciones de los comandantes y sus subalternos para el cumplimiento de tareas ADAC, se ajustaran a las siguientes características funcionales:

1) El marco jurídico define cómo el Ejército Nacional apoya a las autoridades civiles. 

2) Las autoridades civiles están a cargo y las fuerzas militares las apoyan.

3) El Ejército Nacional termina la misión cuando las autoridades civiles puedan continuar sin apoyo militar y se deben documentar todos los costos.

4) Las capacidades y limitaciones deben ser entendidas por las autoridades civiles.  

Como principio fundamental en el desarrollo de tareas ADAC, el Ejército estipula las reglas de enfrentamiento relativas al uso de la fuerza en operaciones militares dentro del marco jurídico del Derecho Internacional de los Derechos Humanos (DIDH), (Disposición No. 00002 del 2019). 

Reafirmando la necesidad de proteger la vida y la excepcionalidad del uso de la fuerza letal, teniendo una respuesta razonable y cumpliendo previamente un protocolo de escalonamiento de la fuerza y niveles de resistencia. Luego de la anterior sinopsis, se afianza la noción tan holgada y múltiple de militarización que tienen los literatos consultados, esto nos permite erigir una posible comprensión, afirmada en elementos aproximados o semejantes de las ideas examinadas, lo cual impele a señalar (exceptuamos el concepto de militarización positiva, igualmente, muy distante de la asistencia militar) que la militarización; es un proceso holístico generado como parte de las aspiraciones del Estado, para intervenir en lo social, político y económico, concibiendo un nuevo orden intrínseco en el espíritu y tradiciones de la ciudadanía, es decir, modificar la concepción y naturaleza de subestructuras del Estado en especial en la distribución del poder, sumado a esto, no se logró hallar fundamento legal del vocablo. 

Por lo cual, afirmamos que en su conceptualización es desemejante y asimétrica a la naturaleza que promulga la asistencia militar, siendo un instrumento establecido en la ley colombiana, de carácter excepcional y temporal para afrontar desmanes en apoyo a la autoridad civil. 

Recapitulando, es solicitada al ejecutivo por parte de los gobernadores o alcaldes para hechos que alteren gravemente el orden público o para asistir en emergencias de otra índole que excedan la capacidad de las autoridades, se aplicara en coordinación con la policía nacional y cumpliendo protocolos en tareas y uso de la fuerza. Las Fuerzas Militares siempre estarán bajo la dirección del presidente de la república. 

Además, propicia la articulación de esfuerzos por parte de los actores para fines comunes en favor de la seguridad y convivencia ciudadana. Para finalizar no existe una correlación entre estas dos figuras, ya que en lo que respeta a su complexión; la militarización transforma el orden de poderes del Estado, siendo hegemónica la autoridad militar en múltiples procesos de carácter civil, por el contrario, la asistencia militar no fractura el armazón de estructura de Estado, brinda un apoyo extraordinario y excepcional, en beneficio de la institucionalidad, la gobernabilidad y gobernanza descentralizada.

Referencias:

Dammert, L., & Bailey, J. (2007). ¿Militarización de la seguridad pública en América Latina?. Foreign Affairs en español, 61-70. 

Ejército Nacional de Colombia. (2017). Manual MFRE No.03 "Operaciones". Bogotá: Comando de Educación y Doctrina. 

Ejército Nacional de Colombia. (2017). Manual MFRE No.03-28 "Apoyo de la Defensa a la Autoridad Civil". Bogotá: Comando de Educación y Doctrina. 

Ejército Nacional de Colombia. (2019). Disposición No. 00002. "Reglas de Enfrentamiento Relativas al Uso de la Fuerza". Bogotá: Departamento Jurídico Integral. 

Ejército Nacional de Colombia. (2021). Boletín No. 037. "Figura Asistencia Militar". Bogotá: Departamento Jurídico Integral. 

Gallón, G. (2021, 3 de junio). Asistencia militar: militarización camuflada. El Espectador.com. Recuperado el 4 junio de 2021.

Gastaldi, S. (2014). Una reflexión en torno al concepto de militarización. 

López, A. (2021), 5 de mayo. La Revolución Molecular Disipada. La Nación. Recuperado el 1 junio de 2021.

Lutz, C. (2018). Militarization. The International Encyclopedia of Anthropology, 1-4.

Morales Rosas, S., & Pérez Ricart, C. A. (2015). La militarización, un obstáculo para la gobernanza democrática de la seguridad en México. Revista colombiana de sociología, 38(1), 83-103. 

República de Colombia, Congreso de la República (2016). Ley No. 1801, Código Nacional de Policía y Convivencia. Bogotá: Diario Oficial No. 49.949 de 29 de julio de 2016.

República de Colombia, Ministerio de Defensa Nacional. (2019). Política Marco de Convivencia y Seguridad Ciudadana. Bogotá: MDN. 

Stein, A. (2009). El concepto de Seguridad multidimensional. Revista Bien Común, 15. Recuperado el 1 de junio de 2021.

Tulio Halperín Donghi, "Revolutionary militarization in Buenos Aires 1806-1815", Past and Present, núm.40, Oxford University Press, 1968, pp.84-107.

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