El Sublime Renacimiento de Salvación Nacional

Por: Oscar Rojas (Instagram: oscarojas.v.ejc)

Las comisiones electorales de 2022 en Colombia, reflejan una desbordada inestabilidad política y social, así como el desorden institucional de la Nación en la actualidad del siglo XXI. Como lo mencioné en un anterior escrito, cuando hacía referencia a "La Patria Boba", refiriéndome a "una manoseada e irrespetada Colombia que pierde su significado como patria y se convierte en la pelandusca del mejor postor, que con intereses personales, sectoriales y gremiales solo buscan su desestabilización para gobernar en un periodo de anarquía; mientras el pueblo ve como se corrompe el significado de patriotismo y nacionalismo en las nuevas generaciones, preparando una prospectiva sin democracia ni justicia; manchando el ya olvidado lema del escudo de Colombia «libertad y orden»"; condiciones deplorables que se mantienen y agravan cada día en el país.

Lamentablemente, bajo el uso mediático de la politiquería convencional, se llega a la mente de una sociedad carente de educación ciudadana y trastornada por el olvido de sus valores y principios sociales; también, influenciada por condicionamientos del terrorismo, la corrupción y el progresismo cultural. Condiciones que generan desasosiego, pérdida de esperanza y profunda confusión para la verdadera toma de decisiones, relevantes y valederas de un supuesto Estado democrático.

A través de la historia, Colombia soporta el talente de los partidos políticos que ostentan banderas de auto dominación social en pro del bienestar de la comunidad y del país. Un continuismo como característica de gobiernos estáticos que manipulan a una sociedad indiferente, para lograr prebendas personales y politiqueras. Todo esto, como el común denominador de los partidos políticos tradicionales.

Pero también es cierto que, en esa historia de "La Patria boba", existieron propuestas para un mejor futuro y esperanzas de una prospectiva mejor para los colombianos. Desafortunadamente, la naturaleza del odio e impunidad, somete a la violencia extrema las posibles soluciones y a las personas que desarrollaron planteamientos diferenciadores desde la perspectiva de una sana política para el país. Como es el caso del crimen de lesa humanidad de Álvaro Gómez Hurtado el 2 de noviembre de 1995, que aún continua sin esclarecer. Esto, por nombrar solo uno.

Por otra parte, desde el pasado 05 de agosto de 2021, renace en Colombia "un retoño cortado abruptamente de su tronco principal hace 26 años", según palabras de Enrique Gómez Martínez, refiriéndose al Movimiento de Salvación Nacional y su participación política para el año 2022 con la recuperación de la personería jurídica del partido político. Participación que lidera el mismo Enrique Gómez (sobrino de Álvaro Gómez Hurtado) con su candidatura a la presidencia de Colombia 2022-2026.

Este economista, periodista, abogado, docente y político, Enrique Gómez Martínez, toma las banderas de Salvación Nacional para enfrentar "una cultura fracasada por el intervencionismo y asistencialismo político, que cada vez sirve menos y sirve mal desde las mismas malas prácticas electorales." Con una apreciación diferenciadora y realista, el partido político de Salvación Nacional, presenta propuestas desde un aislado escenario al que fue sometido, según Gómez por "los partidos políticos tradicionalistas", entre otros. Realidad que se evidencia en la sesgada participación en los medios de comunicación frente a las maquinarias y favoritismos del momento, lo cual es típico de la deplorable cultura politiquera de Colombia.

La esperanza se vislumbra con este pequeño brote de salvación que ya tuvo su primera participación en los comicios electorales para el Congreso de la República en el pasado mes de marzo. Ejercicio que sirvió para la visibilización del renaciente partido político que poco a poco crece y a su debido tiempo logrará el reconocimiento nacional por su discurso de valores sociopolíticos para un desarrollo con igualdad sin benéficos ni favoritismos. Es largo el camino, pero corto es el tiempo para los cambios profundos que necesita Colombia, más aún a puertas de las elecciones de 2023 y con proyección para el 2026.

Sin importar los resultados electorales para presidencia de 2022, Salvación Nacional se proyecta como actor social y político en Colombia ya sea desde el acompañamiento u oposición al gobierno de turno, bajo los verdaderos principios y valores democráticos que tanto requiere nuestra maltratada Colombia.